Hernán Galíndez llega a Aucas y promete darlo todo en estos meses. “En estos cuatro meses me estoy jugando la cosa más importante de la vida: llegar al Mundial”, dijo el argentino-ecuatoriano, de 35 años, en su presentación. Galíndez llega a Aucas para estar cerca de la Selección. Cerca de Catar.
El Mundial se juega en diciembre. Galíndez formó parte de todo el proceso de eliminatorias y tenía un cupo asegurado a la Copa. Pero, en enero decidió irse a la Universidad de Chile. El proceso empezó bien, pero en los últimos meses dejó de jugar. Sin jugar, no puede ir al Mundial. Ya no había cupo asegurado.
Además, el suelo chileno se volvió hostil para el tricolor y su familia. ¿La razón? La obstinación de los araucanos por querer entrar por la ventana al Mundial. Chile insiste en su ofensiva de apelar la clasificación de Ecuador. Dice que Byron Castillo no es ecuatoriano. Que Ecuador lo alineó mal y que debe perder los puntos.
Galíndez y su familia quedaron en la mitad. Un ecuatoriano viviendo en Chile, en medio de la puja mediática-judicial. Entonces, buscaron una salida. Una salida complicada, pero que al final vio la luz.
Galíndez llegó al Aucas. Lo hizo por gestiones del directivo Danny Walker, de Aucas. El dirigente reconoce que el profesor Gustavo Alfaro también abogó por el caso. U. de Chile no quería soltarlo: había invertido mucho para traerlo en enero. Pero, al final se impuso el deseo del jugador.
El exgolero de Católica llegó a inicios de semana a Quito. “Extrañaba mucho Ecuador, extrañaba mucho Quito. Lo mismo le pasó a la familia . Ahora quiero aportar todo para ganarme un puesto en Aucas”, dijo en su presentación.
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