Kevin Minda halló en Universidad Católica lo que LDU le negó. El imbabureño, de 23 años, se ha ganado la confianza del entrenador Miguel Rondelli, de la ‘Chatoleí’. Es el jugador pivote delante de los dos defensas centrales y está aprendiendo como volante junto a Facundo Martínez. Aunque empezó como zaguero central está aprendiendo los secretos del puesto.
Minda, formado en Liga de Quito, todavía tiene buenos amigos en Pomasqui. Pero está enseñado en La Armenia, en el complejo camarrata. Allí ha logrado sumar buenas amistades y su rendimiento en la cancha es llamativo. Es uno de los jugadores claves en la recuperación de la pelota y en generar jugadas de ataque desde la cancha propia.
“Muy contento por la forma de jugar que tiene el equipo. Hemos logrado continuidad en los partidos de este año y por eso nos conocemos más con los compañeros”, dice Minda que llegó al club en el 2020. Se fue de LDU porque según Pablo Repetto, entrenador de ese entonces, no tenía espacio.
En la ‘U’ jugó poco en la Serie A. Allí, a penas, contabilizó nueve goles. Actuaba como defensa central y la directiva de los albos decidió prestarlo en un principio. Sin embargo, al siguiente año, el equipo camaratta no dudó en comprar los derechos del jugador. Hizo la inversión convencido de su buen rendimiento con el ‘Trencito’.
Tener participación en la Copa Libertadores y en la Copa Sudamericana con la Caótlica le permitió madurar en su carrera. Tanto el entrenador Santiago Escobar como Rondelli han elogiado el rendimiento del jugador. Además, su personalidad de futbolista profesional ha sido elogiada en reiteradas ocasiones.
Su vida en la Católica
Minda se formó en las formativas de LDU. Gracias a sus buenas condiciones también tuvo una experiencia mundialista Sub 20 en Corea del Sur en el 2017. Los videos de los partidos en la Selección han servido a Rondelli para analizar la polifuncionalidad que tiene.
Polo Carrera, entrenador de fútbol, está convencido que fue un error de los directivos blancos venderle tan pronto y no haber aprovechado a un jugador formado en la cantera. “Es un muchacho muy educado. Los hinchas y los directivos son exigentes de resultados inmediatos. Esos procesos son largos. Pero es un chico que ha crecido muchísimo en su fútbol”, dice el ‘profe’.
Ahora el sueño principal de Minda es ser convocado un día a la Selección ecuatoriana de fútbol. Admite que en su posición hay mucha competencia y jugadores actuando en Europa, pero está convencido que puede ser llamado en cualquier momento.
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