Los árbitros del fútbol ecuatoriano dirigen sin seguro de vida

Los árbitros del fútbol ecuatoriano dirigen sin seguro de vida

Los árbitros del fútbol ecuatoriano dirigen sin seguro de vida. El último incidente en el estadio Olímpico Atahualpa, en el partido de la Segunda Categoría de Pichincha, volvió a poner en la mesa la fragilidad del gremio. Los árbitros Diego Lara, Ricardo Baren, David Sevilla y Manuel Sella fueron agredidos al final del partido entre Deportivo Quito y Espoli. Después de las agresiones, los árbitros han tenido que ir al médico y no tienen seguro de vida.

Lara, el central del cotejo, recibió un golpe en la espalda.  Sella, el cuarto árbitro, es el más afectado porque tiene un golpe en el rostro y una fractura en la nariz. “Jamás me imaginé que nos pudiera pasar esto en el estadio Atahualpa. No tenemos un seguro de vida para estas situaciones de riesgo”, dice Lara, mientras se recupera de los golpes y cuenta que sigue adolorido.

Como parte del gremio arbitral, Lara no está afiliado al Seguro Social. “Pago por mi cuenta y tengo un seguro contra accidentes. Pero como gremio no tenemos Seguro Social”, confirmó el árbitro a LA CANCHA. El tema de la seguridad de los árbitros ya está en agenda de la Federación Ecuatoriana de Fútbol.

Los árbitros del fútbol ecuatoriano dirigen sin seguro de vida

El tema en la FEF

Luis Muentes, el presidente del gremio arbitral, explica que no hay un seguro como gremio porque cada árbitro cobra con su factura en los partidos de la LigaPro. Sin embargo, el tema de la seguridad sí entrará en agenda para la próxima reunión con la Ecuafútbol. Tendrán un pedido especial para Carlos Manzur, directivo de la FEF.

Según Muentes, al estar próximo el inicio de los ‘play-offs’ de la Segunda Categoría a nivel nacional se requiere tener un plan de exigencia para los clubes participantes. “Vamos a tomar todas las medias necesarias. Caminamos al cierre del año y hay valores pendientes con Federación. En el caso de la LigaPro no tengo un informe claro porque eso cobra cada compañero”, detalla Muentes.

Otra de las iniciativas para tratar de evitar situaciones similares a las que vivió Lara y sus asistentes. Será manejar un protocolo de seguridad. No es la primera vez que Lara pasa apuros. En octubre del año pasado también pasó un susto cuando dejaron un paquete en su casa y un mensaje amenazante.

Lara admite que en los próximos días se sentará a conversar con su familia por su futuro. No descarta retirarse de la profesión.

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