Ni Zubeldía, ni Marini; el problema de Liga es su estructura. Pasan los entrenadores, avanzan los torneos y aún no queda claro cuál es el proyecto deportivo del equipo. ¿Cuál es la visión institucional? Es obvio que todos los equipos quieren ganar torneos, pero ¿cómo quiere hacerlo Liga? ¿cuál es su plan de acción?
Liga no supo recuperarse de la final perdida el 28 de diciembre del 2020. En el año de la pandemia, Barcelona dio la vuelta olímpica en su casa. El hecho generó desazón y desconcierto. Ha sido imposible sacudirse de ese golpe. Luego, vino la muerte de Rodrigo Paz, presidente vitalicio, líder histórico, gestor del proyecto de los últimos 20 años.
Su hijo Esteban e Isaac Álvarez quedaron al frente del proyecto. Los directivos no han podido moldear el camino del club que este año quedó fuera de Copa Sudamericana, Copa Ecuador y que mira lejos la pelea por la segunda etapa del torneo.
Pasan los nombres, cambian las ideas
Es verdad, los dirigentes no entran a la cancha y no erran goles. Pero sí definen líneas de trabajo. Sí son encargados de determinar los estilos, los cómos, de llevar a la institución hacia un rumbo específico. Desde el descalabro del 2020, Liga tuvo tres entrenadores (Pablo Repetto, Pablo Marini y ahora Luis Zubeldía). No hubo entre los tres períodos, una continuidad en el proceso, un proyecto para desarrollar. Cada uno trajo su libreto y deshizo lo andado por su antecesor.
Marini reemplazó a Repetto, en el 2021. Fue presentado como una antítesis del calvo DT uruguayo. Marini ofreció un juego alegre, protagonista, con promoción de juveniles. Solo se cumplió lo último: Liga fue intrascendente e ineficaz. Este año, el DT renunció tras la goleada con Goianiense.
Zubeldía llegó en abril para suplirlo, tras el corto interinato de Méndez y Espinoza. Se deshizo de 14 jugadores y trajo a siete. El proyecto con los juveniles se fue al traste. Uno de esos prospectos, Jefferson Arce fue prestado a Macará. A cambio, se ficharon futbolistas como Lucas Gamba, con 35 años, que nunca antes jugó en el exterior.
¿Quién aprueba los pedidos de los DT en Liga? El equipo precisa una Secretaría Técnica, un órgano especializado que determine las reales necesidades, más allá de los antojos futbolísticos del DT de turno. Justo ahora, cuando el fútbol se ha profesionalizado y las decisiones se toman apoyadas en big data, en procesos intensivos de scouting, de inteligencia artificial, en Liga dichos proceso se antojan ajenos, extraños.
¿Y la autocrítica?
Hay poca autocrítica y mucha división en Liga. La esperada evolución emocional de Zubeldía, un profesional que ya no es un niño (tiene 40 años) no se ha concretado. Lo siguen expulsando y aún gestiona el camerino desde el hígado: la evidencia más clara fue el manejo de la crisis con Joao Ortiz, comprado en Liga esta campaña (Marini tampoco sabía qué hacer con él) y ahora vendido a Independiente.
¿Hacia donde va Liga? Más allá del técnico de turno, los dirigentes deberán determinar su plan de acción. Tras Zubeldía, qué pasará con los Gambas, Zaid Romero y González? ¿Y los juveniles? Hay mucho por trabajar.
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